Matrimonio homosexual:
El verdadero rol del Estado laico en el Chile de hoy.

Isabel Vergara Muñoz.-

Desde hace 86 años el estado Chileno, gracias a los liberales de la época, logró
su emancipación de la iglesia católica, generándose así una mayor autonomía en
la toma de decisiones y un desarrollo igualitario en áreas sociales tales como la
educación.
Hoy nos vemos nuevamente sumergidos en un conflicto en donde el Estado no
define qué camino tomar ya que su vínculo con la iglesia católica persiste,
dándose además que ciertos sectores con alto grado de poder en la toma de
decisiones políticas y económicas están ligadas a grupos ultra conservadores del
catolicismo, tales como el Opus Dei.
La discusión finalmente se ha establecido en torno a la normalidad del ser o no
homosexual, siendo los opositores quienes argumentan que el concepto de
matrimonio al ser valórico y cristiano debe estar en contra de conductas no
propias de quienes profesan dicha Fe y además estableciendo como criterio que el
ser homosexual no es una conducta normal que permita desarrollar la sociedad en
torno a la familia.
En esta columna propongo separar los términos “normalidad” y “naturalidad”, los
cuales han sido utilizados como sinónimos dentro del debate del matrimonio
homosexual. De esta manera establezco que el concepto normalidad se crea a
partir de patrones socio-culturales los cuales pueden transformarse conforme a
como la sociedad vaya evolucionando. Con esto el término matrimonio no es más
que una construcción civil que puede ser cambiada de acuerdo a lo que la
sociedad establezca en su conjunto, siendo aún más importante lo civil a lo
valórico conforme a los temas que le compete al Estado.
La RAE establece como naturalidad a la “Conformidad de las cosas con las leyes
ordinarias y comunes” y a lo natural como “Perteneciente o relativo a la naturaleza
o conforme a la cualidad o propiedad de las cosas”. Este argumento sería válido si
establecemos que las conductas del ser humano han seguido ligadas al
comportamiento del reino animal, descartando a priori temas como la religión, el
matrimonio, la economía, entre otros.
El matrimonio, como argumento valórico, no es un ámbito de la naturaleza
humana sino una construcción de la sociedad que fue instituida por la cristiandad
en época medieval. Por lo tanto no es natural que un hombre con una mujer se
casen sino por el contrario es normal que dos personas de distinto sexo se casen.
En torno a lo anterior es posible evaluar dos temas, el primero que el matrimonio
al ser una construcción social no está vinculado a los parámetros que la
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naturaleza establece, en donde son las especies de diferentes sexos quienes
procrean sino a lo que la sociedad en su conjunto establecería como criterio valido
para contraer dicho vinculo, es decir, lo que el pueblo tome como normal y valórico
en su conjunto.
Y en segundo lugar que al ser temas que deben ser controlados por el Estado,
sería injusto que el concepto de matrimonio sólo se vinculara al de una religión
determinada, que en este caso sería el cristianismo, siendo que el Estado chileno
ya se separó de esta institución religiosa y debería por lo tanto representar los
intereses de una sociedad pluralista e igualitaria.
El matrimonio homosexual por lo tanto debe ser garantizado por el Estado laico de
nuestro país ya que este no tiene que velar por los intereses de una religión
determinada, sino estructurarse en base a criterios de igualdad ante la ley y
pluralidad como fomento a una sociedad democrática.
La sociedad por lo tanto tiene como objetivo legitimar el rol del Estado, y en este
sentido el Estado debe cumplir con los intereses de la sociedad en su conjunto,
independiente de la fe que se profese. Lo mismo debe ocurrir cuando la sociedad
al crear un constructo común debe respetar valores ajenos, sin imponer ideas y
llegar a un consenso. Pese a que el matrimonio es entendido como un constructo
cristiano, es necesario establecer que la sociedad debe ser entendida en términos
de pluralidad y por lo tanto ser más tolerante, ya que pese a que la
homosexualidad ha existido siempre, la gente ya no teme exponer su condición
sexual.